Gilbreath + Miraskill

Como continuación de la pasada entrega, me parece interesante que alguien, al observar que el principio Miraskill de Stewart James separa las cartas rojas por un lado, las negras por otro y un tercer montón con cartas de distinto color (pero siempre por parejas roja-negra o negra-roja), se le haya ocurrido aprovechar la situación y proponer una segunda fase al efecto básico. ¿Cómo utilizar esta situación de la forma más eficiente? Claro, ¡con el principio de Gilbreath!

Parece que la primera vez que se combinaron ambos principios fue en el juego de Allan Slaight titulado “Magnetic Miraskill” (Ibidem 31, diciembre de 1965, y Linking Ring, junio de 1987). Describiré aquí la versión de Arthur McTier que aparece en su libro, muy recomendable, Card Concepts.


1. Saca la baraja del estuche pero dejando dentro dos cartas negras, sin que el público lo sepa. Puedes utilizar como excusa que quieres quitar los comodines y retíralos junto con dos cartas negras ocultas.

2. Deja la baraja a un espectador para que mezcle. Mientras tanto, escribe en una hoja de papel la predicción “habrá una pareja más de cartas rojas que de negras”. Deja a la vista la predicción, sin mostrar su contenido.

3. Pide al espectador que reparta sobre la mesa, caras arriba, parejas de cartas de la siguiente forma: si las dos son rojas, las deja en un primer montón; si las dos son negras, las deja en un segundo montón; si son de distinto color, las deja en un tercer montón.

4. Pide al espectador que cuente el número de cartas que contienen los montones de las cartas rojas y negras. Habrá dos cartas más en el montón de las rojas. Permite ahora que el espectador lea el contenido de la predicción para ratificar que es correcto.

5. Indica al espectador que recoja el tercer montón (de parejas de distinto color), lo gire caras abajo y reparta las cartas sobre la mesa en dos montones, alternativamente a izquierda y derecha. Después, que te entregue uno de los montones y, al recoger las cartas, haz la siguiente predicción: “mezclaré estas cartas cara arriba y cara abajo para que, al repartir una carta de este montón y una del montón de la mesa, cada vez que dos cartas estén cara abajo, serán de distinto color y, cuando una carta esté cara arriba, las dos cartas serán del mismo color”.

6. Para ello, gira el paquete recibido caras arriba y reparte las cartas de dos en dos sobre la mesa, de modo que, si ambas cartas son del mismo color, las dejas caras abajo, y si son de distinto color, las dejas caras arriba.

7. Una vez formado el montón, retira simultáneamente una carta de la parte superior de cada montón y comprueba que, efectivamente, si las dos cartas están en la misma posición, sus colores son distintos pero si las dos cartas están en distinta posición, sus colores son iguales.

8. Para dejar las cartas preparadas para la última fase, al mostrar las dos cartas y comprobar la predicción anterior, vas formando con ellas dos nuevos montones de cartas, caras hacia arriba, uno de ellos de cartas rojas y el otro de cartas negras. Al final de este proceso tienes cuatro montones: los formados en la primera fase donde el de cartas rojas tiene dos cartas más que el de las negras, y los dos recién formados, que tienen el mismo número de cartas. Haz una mezcla faro con estos dos últimos para intercalar las cartas rojas y las negras. Haz también una mezcla faro con los otros dos montones dejando arriba las dos cartas rojas extra. Junta ambos paquetes teniendo en cuenta que se mantenga la alternancia de colores (salvo las dos primeras cartas rojas).

9. Ofrece al espectador ganar algo de dinero en un juego de apuestas. Le indicas que ganará un dólar cada vez que dos cartas consecutivas sean del mismo color. Muestra las dos primeras para ilustrar que habría ganado ya un dólar pues son las dos rojas. Antes de eso, pídele que mezcle él mismo la baraja. Corta por algún lugar donde la carta inferior sea de distinto color que la inferior del paquete y deja que el espectador imbrique ambos paquetes. Gracias al principio de Gilbreath, después de la mezcla todas las parejas de cartas serán de distinto color. No hace falta que le cobres nada por perder todas las veces.