Consciente de que el libro “Ear marked”,
de Werner Miller, contiene verdaderas joyas de la magia matemática, siempre
espero a disponer de mucho tiempo libre para estudiarlo y rescatar sus
maravillas. Pero claro, esto significa que no podré hacerlo en mucho tiempo.
Así que, en raras ocasiones, lo abro para buscar algún tema concreto porque
estoy seguro de poder encontrar algo que me asombre.
Precisamente, hace
poco estaba buscando algún juego novedoso que estuviera basado en la mezcla
australiana, tema que ya había tratado con anterioridad en este blog (por
ejemplo, viaje
a Australia y el
truco de cartas de Einstein).
Lógicamente, no he
tardado mucho en encontrarlo. Su título original es “Hidden reserves”, la
novedad es que se realizan cuatro mezclas australianas, con distinto número de
cartas, para que aparezcan al final las cuatro damas.
Esta es la
descripción del juego:
1.
Busca las doce figuras de la
baraja y forma con ellas un montón, descartando el resto. Al hacerlo, coloca
secretamente las cuatro damas en la parte inferior del paquete.
2.
Explica que estas cartas
representan a tus mejores amigos pero que no tienes el mismo grado de amistad
con todos ellos. Mientras tanto, reparte las doce cartas en tres montones sobre
la mesa, la primera a la izquierda, la segunda al centro, la tercera a la
derecha, la cuarta a la izquierda sobre la primera, y así sucesivamente hasta
tener tres montones de cuatro cartas cada uno. Pero, atención, las cartas del
montón central las repartirás caras arriba, con la excusa de destacar a tus
amigos más íntimos. Naturalmente, las tres primeras cartas cara arriba serán
jotas o reyes pero la cuarta será una dama. Aclara que te sientes atraído
especialmente por dicha dama pero no sabes si ella te corresponde, de modo que
no te atreves a declararle tu pasión.
3.
Vuelve cara abajo el montón
central y recoge los tres paquetes: el de la izquierda sobre el central y ambos
sobre el de la derecha. Recuerda que, cuando eras pequeño, un método infalible
para saber si puedes declararte a una dama era deshojar una margarita. Así que,
explica al público, lo intentarás con las cartas.
4.
Realiza una mezcla australiana,
ayudándote del ritual “me quiere”, “no me quiere”. Pasa la carta superior a la
parte inferior diciendo “me quiere”, la siguiente sobre la mesa diciendo “no me
quiere”, la siguiente a la parte inferior diciendo “me quiere”, y así
sucesivamente hasta que sólo quede una carta. Precisamente, en ese momento
dirás “me quiere”.
5.
Aparta dicha carta sin mostrar su
cara, recoge el paquete –que ahora tiene 11 cartas- y repite el ritual. También
te quedarás con una carta en la mano diciendo “me quiere” y dejarás esa carta
junto a la anterior, también cara abajo.
6.
Vuelve a recoger el paquete y
realiza el ritual dos veces más. La carta que te queda en la mano corresponde
precisamente a la dama mostrada al principio. Pero hay más: las tres cartas que
están cara abajo son las otras tres damas.
Es interesante, y se está poniendo de moda, el
uso del ritual “me quiere / no me quiere” para disimular la mezcla australiana.
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