miércoles, 10 de junio de 2015

Deshojando la margarita


Consciente de que el libro “Ear marked”, de Werner Miller, contiene verdaderas joyas de la magia matemática, siempre espero a disponer de mucho tiempo libre para estudiarlo y rescatar sus maravillas. Pero claro, esto significa que no podré hacerlo en mucho tiempo. Así que, en raras ocasiones, lo abro para buscar algún tema concreto porque estoy seguro de poder encontrar algo que me asombre.
Precisamente, hace poco estaba buscando algún juego novedoso que estuviera basado en la mezcla australiana, tema que ya había tratado con anterioridad en este blog (por ejemplo, viaje a Australia y el truco de cartas de Einstein).
Lógicamente, no he tardado mucho en encontrarlo. Su título original es “Hidden reserves”, la novedad es que se realizan cuatro mezclas australianas, con distinto número de cartas, para que aparezcan al final las cuatro damas.
Esta es la descripción del juego:
1.     Busca las doce figuras de la baraja y forma con ellas un montón, descartando el resto. Al hacerlo, coloca secretamente las cuatro damas en la parte inferior del paquete.
2.     Explica que estas cartas representan a tus mejores amigos pero que no tienes el mismo grado de amistad con todos ellos. Mientras tanto, reparte las doce cartas en tres montones sobre la mesa, la primera a la izquierda, la segunda al centro, la tercera a la derecha, la cuarta a la izquierda sobre la primera, y así sucesivamente hasta tener tres montones de cuatro cartas cada uno. Pero, atención, las cartas del montón central las repartirás caras arriba, con la excusa de destacar a tus amigos más íntimos. Naturalmente, las tres primeras cartas cara arriba serán jotas o reyes pero la cuarta será una dama. Aclara que te sientes atraído especialmente por dicha dama pero no sabes si ella te corresponde, de modo que no te atreves a declararle tu pasión.
3.     Vuelve cara abajo el montón central y recoge los tres paquetes: el de la izquierda sobre el central y ambos sobre el de la derecha. Recuerda que, cuando eras pequeño, un método infalible para saber si puedes declararte a una dama era deshojar una margarita. Así que, explica al público, lo intentarás con las cartas.
4.     Realiza una mezcla australiana, ayudándote del ritual “me quiere”, “no me quiere”. Pasa la carta superior a la parte inferior diciendo “me quiere”, la siguiente sobre la mesa diciendo “no me quiere”, la siguiente a la parte inferior diciendo “me quiere”, y así sucesivamente hasta que sólo quede una carta. Precisamente, en ese momento dirás “me quiere”.
5.     Aparta dicha carta sin mostrar su cara, recoge el paquete –que ahora tiene 11 cartas- y repite el ritual. También te quedarás con una carta en la mano diciendo “me quiere” y dejarás esa carta junto a la anterior, también cara abajo.
6.     Vuelve a recoger el paquete y realiza el ritual dos veces más. La carta que te queda en la mano corresponde precisamente a la dama mostrada al principio. Pero hay más: las tres cartas que están cara abajo son las otras tres damas.

Es interesante, y se está poniendo de moda, el uso del ritual “me quiere / no me quiere” para disimular la mezcla australiana.

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